El diseño y su relación con la calidad de obra es algo que debemos tomarnos en serio.
El control de calidad no es una de las asignaturas importantes que los arquitectos aprendemos en la universidad.
Es más bien un tema de obra, por lo que parece que compete a los arquitectos técnicos o ingenieros de la edificación, ya que son ellos los encargados de revisar estos puntos en el día a día de la obra.
Seguramente pienses que es una parte fea de la obra ya que no tiene glamour ni creatividad y en principio nada que ver con el diseño.
Es normal que en el sector de la construcción asociemos el tema de la calidad de una obra a los materiales, componentes, sistemas,o al proceso mismo de la ejecución de las obras.
Sin embargo, estudios realizados por toda Europa han demostrado estadísticamente que las patologías en la construcción de edificios tienen sus orígenes en el proyecto.
Los porcentajes son los siguientes:
- Proyecto: 40-45%
- Ejecución; 25-30%
- Materiales y componentes: 15-20%
- Uso: 10%
Estos números son sin poner en duda la capacidad técnica del responsable del diseño.
Para aclarar esto, el control de calidad del proyecto de un edificio no pretende abarcar o afectar a la concepción general (función y forma). Trata exclusivamente sobre la calidad general a alcanzar, estudiando únicamente los medios previstos para lograr esa calidad.
Y recuerda que la calidad no es sólo aplicable a un producto, sino también a un proceso productivo, por lo que debe estar incluida también la programación de la obra.
La calidad desde el diseño.
La calidad de una obra puede pensarse, a priori, desde dos puntos de vista:
- Uno más relacionado con la parte constructiva de la obra, la parte de ejecución de la obra, del que resultaría la calidad de construcción.
- El otro, relacionado con la etapa de proyecto, la estética, la especialidad. De éste resultaría la calidad del diseño.
Es evidente que un edificio no tendrá calidad si no ha sido eficientemente proyectado.
El proyectista, por lo tanto, deberá tener en cuenta la calidad del producto final en cada decisión de diseño, la calidad espacial y la calidad constructiva, e incluso hasta la calidad de los sistemas de ejecución de la obra.
Un porcentaje del éxito del proyecto está supeditado al talento del proyectista, pero otro gran porcentaje está muy relacionado con el esfuerzo que él mismo ponga en resolver cuestiones de calidad básicas como el emplazamiento en el terreno, las visuales, el asoleamiento, la selección de materiales, texturas y colores, la vegetación, etc.
Estos son factores fundamentales.
Además de proporcionar el objetivo de calidad, plasmarán las intenciones del proyecto.
Por todo esto, creo que un buen arquitecto debe conocer los puntos básicos del plan de control de calidad, ya que al igual que el informe geotécnico, esta parte es también fundamental en la garantía y durabilidad de la futura obra.
El plan de control de calidad se elabora en fase de diseño por parte del arquitecto autor del proyecto, y está contenido en el proyecto de ejecución de una obra como anexo de la memoria, tal y como se indica en el Anexo I de la Parte I del CTE. Pero como hemos visto, el control de calidad es mucho más.
En la mayoría de los casos no deja de ser un copy and paste de otro plan ya hecho o descargado de internet y eso es lo que debemos cambiar.
Si quieres saber más al respecto, puedes descargarte el siguiente pdf pinchando aquí.
La calidad de obra durante la ejecución.
El director de obra deberá estudiar:
– Cómo es la obra.
– De qué manera se construye.
– Bajo qué condiciones.
Entre algunas de nuestras atribuciones claramente definidas del “Director de Obra” están las de:
– Rechazar cualquier producto (material, elemento o sistema) o trabajo que a nuestro juicio no responda al control de calidad mínimo o a las indicaciones de los planos.
– Exigir la demolición y/o reconstrucción de cualquier porción de los trabajos ejecutados en los que se descubran vicios.
– Efectuar ensayos o pruebas de todos los materiales o instalaciones que forman parte de la obra.
– Informar al cliente sobre las solicitudes de la constructora.
El control de calidad de cualquier obra, por todo lo dicho anteriormente, debe incluir:
- El control de recepción en obra de los productos.
- El control de ejecución de la obra.
- El control de la obra terminada, que se compondrá de las prescripciones sobre verificaciones en el edificio terminado o resumen de las pruebas de uso y servicio realizadas.
- Valoración económica, ya que estos ensayos y pruebas de servicio se realizan por entidades o laboratorios de control distintos al constructor.
Personalmente considero que la principal clave para tener un control de calidad eficiente en obra es que haya una supervisión desde el principio y unos acuerdos claros del nivel de exigencia.
Pero ahora bien, ¿qué sucede cuando la obra se realiza en África, y la constructora es asiática?
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