Vuelvo a la carga con Diario de una arquitecta y nuevos objetivos a cumplir, (a ver si esta vez sí lo consigo).
El mes pasado inauguré esta sección con grandes propósitos, ilusión y compromisos.
Y la verdad es que se me ha dado realmente mal.
No es sólo que no haya hecho lo que dije que iba a hacer, que por supuesto que no he cumplido; lo peor es que este mes ha sido el que menos he hecho desde que comencé en esta andadura del blogging.
¿Alguna vez te has puesto a ordenar la casa en época de exámenes? ¿O mandar emails a amigos de hace años?
Pues he de reconocer que en eso ha consistido mi mes de abril.
He mandado al traste todo mi calendario editorial, no he mandado newsletter y no he trabajado en mi próximo curso.
El problema principal para no avanzar ha sido que las comunicaciones no han estado a mi favor. Vamos, que llevo casi un mes con un internet difícil de calificar, que sólo me permite consultar el correo y poco más.
Pero bueno, tampoco es la excusa en la que me voy a escudar. La verdad es que he tenido un ataque de procrastinación.
Cuando esto sucede de forma tan descarada, buscas las inexplicables razones de por qué sucede algo así.
Desde hace tiempo sigo el blog de Marina Díaz, una psicologa con mucha chispa, y ella es la encargada de darme los motivos de por qué me pasan a mí estas cosas.
Si tu también tienes el mismo problema, no te pierdas su artículo sobre la procrastinación.
Pero después de dar mis excusas, el momento de echar cuentas ha llegado:
# Artículos publicados en Diario de una arquitecta.
Repasando lo publicado durante abril, sólo 3 artículos han visto la luz, muy por debajo de los 9 inicialmente previstos:
Conocimiento para arquitectos: 5 aprendizajes claves
Virginia Duran: una arquitecta con una misión lean
Juan Carlos Maján, arquitecto que ha hecho de su profesión su hobbie
La moraleja de todo esto es que no se pueden dejar los artículos para última hora, porque por unas razones u otras, los imprevistos surgen y las ganas no siempre están.
# Artículos publicados fuera de mi web.
Tengo que agradecer a Darío Núñez por tenerme en cuenta para su interesante propuesta. Me ha encantado ver a todos los #Arquibloggers contestando las mismas preguntas. Si quieres ver mi entrevista y la de otros compañeros:
Igma Pacheco y su proyecto Abouthaus se salen de lo común. ¡No te lo pierdas!
# Objetivos propuestos para mayo y objetivos cumplidos en el mes de abril.
En abril prometí que iba a:
- Publicar todos los martes y viernes en mi blog (algo que está claro que no he cumplido).
- Aparecer en al menos 3 sitios fuera de mi plataforma (aunque sólo ha sido en dos sitios, estoy bastante satisfecha).
- Arquitectología, del título a la profesión, debería estar terminado y sigue un mes más sin estar listo. De hecho, no he avanzado nada en él, para que nos vamos a engañar.
- Otro de los puntos que no he cumplido era reactivar “diario de una obra”
En mayo me comprometo a:
Mejorar los resultados de mayo ( es cierto, me he achicado un poco en los compromisos)
Pero es que ya estamos a mitad de mes, por lo que voy a tener algo difícil llegar a cumplir lo que me propuse en abril, sobre todo porque estoy…
# En vísperas de una inauguración tardía.
El proyecto que empecé a supervisar en 2011, el gran parque de 87 hectáreas está prácticamente terminado desde hace un tiempo.
¡Al fin!
El gran problema actual son las temibles y eternas correcciones.
Cuando una obra está a falta de corregir fallos, y la empresa constructora dilata las reparaciones para ahorrárselas, sólo puede degenerar en tensas y duras reuniones, en donde las razones de los retrasos se parecen más a una batalla de dagas voladoras.
La empresa constructora pretende comenzar con la recepción de obra, incluyendo las reservas pertinentes.
El problema principal: Todos estos errores que aún no han sido solucionados, llevan más de un año, marcados y pendientes de resolver, por lo que es muy difícil que ahora les de un ataque de buena voluntad.
Es cierto que la normativa lo permite. Si la obra se puede entregar al uso público, en teoría se puede recepcionar. En ese caso los errores quedarían cubiertos por las garantías exigidas por la administración para asegurar la responsabilidad de la constructora.
Pero, ¿y si se está completamente seguro de que estos errores no van a ser subsanados en el tiempo acordado, ni nunca…?
Como puedes imaginarte, tengo un mes muy duro por delante, que espero poder contarte en otra ocasión.
Es procRastinación 😀 a todos nos pasa de vez en cuando, ánimo Elena yo te sigo y me gusta mucho tu contenido, pronto empezaré yo algo parecido a tu blog! Saludos desde Cartagena, Murcia.
Gracias Alejandro, ya lo he corregido 🙂 .
Estoy deseando ver tu blog, cuando esté listo avisa.
Saludos
Hola Elena.
Me están gustando cada vez mas las entrevistas que vienes realizando. Me ha encantado conocer a Virginia Duran y su trabajo, sus viajes, los mapas.
Por lo de procrastinar ni te preocupes. Todos somos, en mayor a menor grado, pro-cras-ti-na-do-res. Ademas en una palabra difícil de pronunciar y esta muy de moda. Y a veces es mejor que nos alejemos de lo que todos hablan para poder decir algo nuevo…
Sigue adelante con tu trabajo que va creciendo y ganando adeptos.
Te mando un abrazo, Igma.
¿Desapareció mi respuesta a tu comentario? No puedo creerlo… Me acabo de dar cuenta ahora que no está.
Pasado ya casi 20 días desde que te pasaste sólo me queda agradecerte que te hayas pasado y sobretodo por permitirme hacerte esa entrevista tan chula, que NADIE debería perderse.
¡Lo suscribo!
“Nadie” debería de perderse tus entrevistas 🙂
Salu2!
Paula