Tanto los estudiantes de arquitectura como los diseñadores de interiores o decoradores comienzan sus estudios realmente perdidos.
Supongo que pasará en todo tipo de formación y estudios, pero en general hay demasiada información en poco tiempo:
- Dibujo y expresión gráfica.
- Diseño.
- Nociones básicas de composición.
- Estructuras.
- Construcción.
- Materiales.
- Presupuestos.
- Instalaciones.
- Historia.
Esto provoca que perdamos perspectiva con el mundo real y en el caso de los arquitectos (que es del que yo puedo hablar personalmente) entremos en un extraño y loco mundo paralelo.
De repente dominar el dibujo a mano alzada, autocad, photoshop, revit, sketchup, cype, presto se combina con la necesidad de sacar toda tu capacidad proyectual y creativa a flote.
Y como nadie nunca nos ha enseñado esto de ser creativos ni a proyectar, nos volvemos locos por la arquitectura y el diseño y todas sus posibilidades.
Esto nos lleva a quedarnos en la mirada del gusano y de nuestros problemas cotidianos y perdemos la visión panorámica del águila.
Y ojo que con esto no quiero decir que el gusano lo tenga fácil.
La vida del gusano es difícil, y mucho.
Pero no me negarás que no preferirías tener la claridad de un ave y todo el mundo que tiene por explorar.
Así que, como yo he estado ahí y sé de lo que hablo, te quiero AVISAR.
El que avisa no es traidor
Lo que hoy te quiero contar es un único consejo que me hubiera gustado oír cuando elegí convertirme en una arquitecta.
Puede que conocer este consejo tampoco hubiera cambiado mucho mi historia, pero eso nunca lo sabré.
El gran error que aprenden los estudiantes de arquitectura y diseño.
Durante mis estudios de arquitectura llegué a la conclusión de que todo lo que necesitaba era dibujar y diseñar bien.
Sí, caí en el mito de que, gracias al buen diseño el trabajo me llovería.
En algún lugar de nuestra carrera nos convencemos de que todo lo que necesitamos hacer para impactar al mundo, y ser un arquitecto de éxito, es ser un gran diseñador.
Sin embargo, esto es menos de la mitad de la ecuación.
Consejo número 1 para los estudiantes de arquitectura y diseño: fórmate en ventas
Sí, sí, has leído bien, nada que ver con proyectar, dibujar, diseñar, ni calcular … lo mejor que puedes hacer hoy es :
APRENDE A VENDER
Y esto se aplica tanto si trabajas para ti mismo como si trabajas para otra persona.
Si no puedes o no sabes vender tus servicios o a ti mismo como profesional, nunca tendrás el impacto que esperas.
Tanto si trabajas para ti mismo como si trabajas para otra persona.
Piénsalo.
Al fin y al cabo, todos estamos vendiendo algo, ya sea nuestra visión, nuestras ideas, nuestra creatividad o nuestros proyectos.
Un arquitecto se paga como un profesional altamente cualificado y sin embargo sabemos muy poco sobre cómo vender nuestro trabajo.
Esto puede parecer muy complicado porque no nos han enseñado a hacerlo, pero eso lo hablamos otro día ¿Te parece?.
Ale, ya está, fin del artículo.
Es broma.
Te voy a contar el arma secreta para poder vender nuestros servicios de forma cómoda y aportando valor.
A través de la educación
Y sinceramente creo que este es el gran reto de nuestra profesión.
Luchar contra la ignorancia que nosotros mismos hemos generado con una sociedad que no sabe realmente cuáles son nuestras competencias.
Tenemos que educar la mente de nuestros clientes.
Y aunque antes no hacia falta, ahora es urgente reconectar con ellos.
La gente no sabe lo que los arquitectos podemos ofrecer ni lo que pueden conseguir con nuestros servicios.
La mayoría de las personas son conscientes de que los arquitectos solicitamos licencias de obras, diseñamos de edificios, y somos un trámite obligatorio que se necesita en casos específicos.
Muchos menos saben que los arquitectos aseguramos los edificios y tenemos que cumplir con la legislación de seguridad y salud.
Lo preocupante comienza cuando no piensan en nosotros cuando seleccionan, negocian y trabajan con constructores o piensan en reformas o pequeñas obras.
Algunos hasta no saben que podemos ayudarles con los diferentes presupuestos, informes o tasaciones.
Y claro como todo, podemos enfrentarnos a este problema de dos maneras:
- La culpa es del cliente.
- La culpa es nuestra.
Y como en general somos unos terribles vendedores y comerciantes, ¿pues quién crees que tiene la mayor parte de culpa?.
Ahora que de una vez los arquitectos estamos aceptando nuestra responsabilidad, gracias al proceso de educación de nuestros clientes podremos recuperar la confianza.
Definitivamente nuestra arma secreta es educar a nuestros clientes.
Puede ser que pienses o no te sientas capaz de educar al mundo. Yo dicho así, tampoco, pero si lo piensas bien ya tienes casi todas las herramientas necesarias para hacerlo.
1.- Podemos ser buenos comunicadores. O al menos no nos falta pasión explicando nuestras ideas.
2.- Tenemos conocimientos suficientes para aportar mucho valor a la sociedad.
En este punto lo único que puede pasar es que nos perdamos en el detalle o pensemos que lo que tenemos que decir son cosas obvias.
Pero lo que debemos comprender es que, en definitiva, se trata de aportar o mostrar el valor de lo que estamos haciendo, siendo nosotros mismos.
Algunas personas querrán ir más al detalle y otros necesitarán entender las cosas básicas, así que lo bueno de esto es que todo vale.
Es necesario que enseñemos el valor que podemos aportar de una manera tan simple que mostremos nuestra creatividad y pragmatismo.
Tenemos que elevar el listón del colectivo.
Conclusión del consejo número 1 para arquitectos.
Debemos aprender a vender nuestro trabajo como arquitectos.
Te dejo además mi plan de ataque para comenzar a vender nuestros servicios:
>>>> Paso número 1:
Creer y conocer el valor que tú puedes aportar a la sociedad.
Ojo, que parte de esta batalla se gana en nuestra mente.
>>>> Paso número 2:
Comunicar ese valor a tus clientes de una manera que ellos puedan entenderlo a través de la educación.
Es así de simple, de verdad.
Es urgente por lo tanto comenzar a aprender a vender CUANTO ANTES, mucho mejor si aún estás en la universidad.
Los arquitectos merecemos algo mejor y nosotros somos tanto parte del problema como de la solución.
Este es mi posicionamiento y no voy a retroceder.
Y tú, ¿te animas?
Jorge Landó dice
Elena, le diste en el clavo. Cuando me recibí, hace más de 20 años, ya trabajaba a medias en el estudio de arq/ing de mis padres, pero justamente ellos estaban empezando a retirarse y me quedé prácticamente trabajando solo. Ellos se encargaban de “vender” los trabajos que se generaban en la oficina y cuando ya dejaron eso me vi muy desprotegido y realmente la pasé muy mal. Ahí me di cuenta que en la universidad no nos enseñan absolutamente nada de eso, de relacionarnos con el cliente, o las diferentes maneras de utilizar las ideas y deseos del cliente y transformarlos en lo que él/ella/ellos “realmente” está/n queriendo yt no lo saben expresar. Me llevó un tiempo pero finalmente creo que pude aprender sobre la marcha y aplicar la experiencia de cada trabajo realizado, al sigte.
Gracias por expresar lo que yo hace mucho ando diciendo. Que tengas un lindo día.
Elena de Frutos dice
Gracias Jorge,
Realmente es complicado lo de venderse.
Sobretodo porque nos toca desaprender un poco, o más bien reinterpretar nuestra forma de explicar los proyectos para poder conectar con nuestros posibles clientes.
Nos toca entender que la gente no está interesada en lo que tenemos que contarles sino que lo único que quieres es resolver SUS PROBLEMAS.
De nuevo gracias por pasarte y dejar tu opinión.
UN abrazo
Luz dice
Elena, verás, con el tiempo entendí que la universidad nos forma para laborar en la empresa “tal” o “cual”, pero nunca para
nosotros tener nuestra empresa, eso es un reto para todos los profesionales, no solo los arquitectos.
La universidad forma teniendo como máximo ideal el trabajar en una empresa de renombre; pero los arquitectos somos
muy independientes,no podemos pasar toda una vida laborando de forma dependiente.
En fin, es parte del sistema, solo hay que despertar y salir de allí, sacando todo nuestro potencial de buenos vendedores
y vender lo que producimos.
Elena de Frutos dice
Tienes razón Luz,
Nos forman desde pequeños para trabajar para otros, y sobretodo como tu bien dices en la Universidad nos empujan más a ello, al hacernos entrar en un colectivo que, nos guste o no, no se relaciona bien o ha sabido conectar con la sociedad. ¡A la gente no le interesa los arquitectos!
Muchas gracias por dejar tu comentario y a ver si poco a poco despertamos.
Victor Manuelle dice
Hola, bueno la verdad no se el tiempo que tiene este BLOG EN LA INTERNET.
De todas maneras quise dejar mi comentario, soy un chico de 18 años que ha tomado la desicion de estudiar Arquitectura con el proposito de ser muy reconocido y dejar mi legado en el mundo, por ende sacar mi familia adelante y asegurar mi futuro. Obviamente no se mucho de dibujos, si he tomado talleres pero nada mas.
Soy muy creativo y original. Ya he tomado el test vocacional y me dice como resultado que puedo estudiar lo que sea relacionado con el arte, ser Arquitecto es arte, es el arte de proyectar, el arte de crear.
¡Solo quiero su opinion!
Elena de Frutos dice
Hola Victor, últimamente tengo algo abandonado el blog, bueno no quería dejar tu comentario en el tintero durante más tiempo, perdona la demora…
Si te gusta la arquitectura y crees que tienes cosas que aportar y ganas, yo sólo puedo animarte a que te lances. La arquitectura es una de las carreras, para mí, más completas y creativas.
No es una carrera fácil y debo decirte que conseguir el título no implica ni conseguir ser reconocido ni ganar mucho dinero. Pero somos muchos los arquitectos que sin ser famosos ni ganar grandes cantidades de dinero nos sentimos realizados con nuestra profesión. Eso sí, lo que abarca el título de arquitecto es muy amplio por lo que te animo que empieces cuanto antes a especializarte en uno de los apartados que más te guste.
Mucha suerte y espero que te haya servido.
Un abrazo