Cuando planteamos desde #ThisisArqslife el tema de Arquitopía, lo primero que pensé fue en hablar sobre cómo tenía que ser la sociedad y el mundo para que los arquitectos fuéramos felices y comiéramos perdices.
Luego me di cuenta de que no hacía tampoco mucha falta explicar ese mundo, porque realmente vivimos en un planeta llamado Arquitectolandia.
Hoy vengo a contar una verdad que ya muchos sabemos, y no es otra que nuestro mundo de arquitectos aún anda algo alejado del planeta Tierra.
Arquitectolandia es una planeta en el que durante años se vivió realmente bien.
Las oportunidades no faltaban, y gracias a una economía basada en la construcción y el crédito, tener cualquier trabajo en la rama de la arquitectura nos garantizaba un buen futuro.
Los arquitectos o cualquier profesional de la construcción no teníamos que pensar en nada más que realizar nuestro trabajo lo mejor posible y esperar en nuestro estudios sentados el siguiente encargo.
Pero como pasa en todas las historias, apareció una bruja malvada llamada crisis y su hermana pequeña llamada burbuja inmobiliaria, que nos hizo comprobar que Arquitectolandia no era el mundo ideal de los arquitectos.
Al final resultó que Arquitectolandia resultó un mundo más, donde la prioridad de la gente no era la arquitectura.
De hecho la gente a día de hoy no sabe lo que realmente podemos hacer los arquitectos.
La nueva realidad de Arquitectolandia.
De esto ya se ha hablado largo y tendido, pero te dejo un mini resumen:
- Sabemos que actualmente todos los que estamos en el mundo de la arquitectura no estamos atravesando nuestro mejor momento, todos estamos luchando en la economía actual.
- También sabemos, pero no nos gusta admitir, que incluso en el mejor de los casos (país o ciudad determinada) hay demasiados arquitectos y no hay proyectos suficientes para todos.
- El papel de un arquitecto, que originalmente era diseñar edificios, no ha sabido adaptarse lo suficiente a los nuevos tiempos, y aún nos falta involucrarnos en la gran mayoría de las opciones que nos ofrece el mismo proceso de la construcción.
- No necesitamos una obra de arte en cada esquina.
- Durante años no hemos hecho nada para impedir que Arquitectolandia se convierta en un mundo lleno de centros comerciales y desarrollos urbanísticos expansivos que son auténticas locuras aberrantes.
Aun con todo lo expuesto, lo peor de todo es que no hemos aprendido casi nada…
Somos nuestros peores enemigos.
Los arquitectos utilizamos un modelo de negocio obsoleto, y tampoco nadie nos explica las opciones que tenemos, que creo que son muchas.
Y sí, ya me sé la cantinela de siempre: no somos empresarios.
El problema principal es que somos mucho más lentos para adaptarnos que otras profesiones. Esto tampoco es completamente nuestra culpa, ya que históricamente arrastramos como profesión una gran serie de creencias que nos bloquean. Lo que es nuestra obligación comenzar a movernos ya.
Y es que a día de hoy nuestros servicios están orientados a un mercado limitado, y mientras, nos olvidamos y le damos la espalda a una sociedad a la que tenemos mucho que aportar.
La mayoría de las profesiones ha abrazado la amplitud de su mercado, aprovechando nuevas oportunidades y explorando nuevos nichos de mercado.
Sin embargo, los arquitectos hemos tenido poca preocupación por lo que sucede fuera de nuestro espacio de creación.
¡Y ojo!, todo esto se fomenta desde el inicio de los estudios de arquitectura por la mayoría de nuestros profesores, y se ha reforzado en la mayoría de los casos por nuestra experiencia de trabajo después de la titulación.
Muchos soñamos con el cliente perfecto (rico y abierto de miras) y el proyecto perfecto (sin ningún freno), pero ese cliente no llega, y mientras tanto tampoco hacemos un análisis de lo que realmente tenemos que ofrecer y qué podemos aportar, tanto al cliente como al resto del mundo.
Nuestras responsabilidades, nuestras oportunidades.
Todos estos problemas que te expongo aquí, como ya he dicho, han llegado a nosotros desde las generaciones pasadas, pero es nuestro deber ponernos a resolverlos.
Podemos soñar con proyectos perfectos, con clientes ideales y presupuestos ilimitados, pero las mayores innovaciones de nuestro sector siempre han venido de nuestras luchas con las realidades más urgentes.
El movimiento del modernismo fue iniciado por los innovadores sociales. Las raíces del modernismo yacían en la búsqueda de la justicia social.
Todo esto sucedió hace casi 100 años, y todavía lo llaman nuevo. Casas de estilo minimalista son el prototipo de vivienda más moderna.
Actualmente, los desafíos de la sostenibilidad tienen que impulsarnos más allá del estancamiento económico de los últimos años.
Nuestra propia realidad nos hace que tomar este camino se convierta en urgente.
¿Por dónde empezamos?
- Necesitamos aumentar nuestro mercado para evitar que la profesión como tal se pierda.
- Tenemos que encontrar una manera de tender una mano a la sostenibilidad en todas las propuestas que tengan que ver con el entorno construido.
- Tenemos que dejar de esperar la recuperación de la economía para solucionar nuestros propios problemas.
El movimiento del modernismo, como ya he dicho antes, fue iniciado por los innovadores sociales. Seamos innovadores sociales.
Afortunadamente tenemos nuevas y sorprendentes herramientas que podemos dominar, como Internet o programas de todo tipo.
También tenemos nuestra energía, impulso, y una mentalidad idealista.
Soluciones para acercar nuestro mundo de los arquitectos al planeta Tierra.
Próximamente voy a retomar un proyecto que empecé hace dos años y en el que precisamente buscaba eso, acercarme como arquitecta a la sociedad.
Sé que no es la única, o incluso la mejor opción. Pero es un camino que vale la pena explorar. Ya te contaré más al respecto.
Actualmente ya existen proyectos que buscan precisamente esto, crear un vínculo entre el arquitecto y el usuario.
Recientemente Igma Pacheco ha puesto en marcha una propuesta de marketplace en su plataforma: AboutHaus. Es un mercado en línea donde los arquitectos y diseñadores profesionales pueden vender sus planos y proyectos de viviendas.
Esto nos ofrece una oportunidad de obtener ingresos alternativos y abarcar un ámbito sin fronteras. Interesante, ¿no?
Arquitopía: el próximo mundo de los arquitectos.
Parece que como grandes idealistas que somos, los arquitectos tenemos la capacidad de pensar, imaginar propuestas insólitas y construirlas.
Nos gusta ver las tendencias del futuro y pensar en los próximos avances de la construcción como las siguientes salidas de los arquitectos.
Es cierto que la arquitectura, como todo, avanza.
Esto es lo que se publicó hace un año en plataforma arquitectura.
14 tendencias arquitectónicas que definirán la próxima década
- Puentes hipnóticos.
- Rascacielos en rotación.
- Parques interiores.
- Arquitectura invisible.
- Casas a prueba de desastres naturales.
- Chalecos para rascacielos.???¿¿¿??
- Plantas de energía verdes.
- Torres de compostaje.
- Interiores impresos en 3D.
- Piscinas flotantes.
- Salas de conciertos inflables.
- Rascacielos de madera.
- Parques de esponja.
- Skylines de ciencia ficción.
WTF?
No puedo ni imaginar las tendencias para dentro de 20 años.
En esta lista de propuestas “pintorescas” si te das cuenta seguimos estando tan alejados de la sociedad que asusta bastante.
No solucionamos problemas serios y aunque es cierto que tengo curiosidad de ver cualquiera de esas tendencias en la próxima década, creo que lo podemos hacer mucho mejor, aunque no propongamos nada inflable o de ciencia ficción.
¿ Y tú que crees?
Esta es la cuarta entrada de la serie titulada #thisisarqslife.
Uno de los objetivos de #thisisarqslife es presentar diferentes puntos de vista de arquitectos, hablando sobre un mismo tema.
Todos estos artículos y los temas que hemos seleccionado pretenden mostrar diferentes formas de ver la arquitectura y la vida.
Te invito a que no te pierdas cómo en este caso Paula respondió al tema de Arquitopía.
Sólo tienes que seguir el enlace de abajo.
Paula Rivera de Arquiknowmadas.com –El futuro de la Arquitectura y de los Arquiknowmadas.
Una cosa más.
Tenemos un grupo de Facebook, donde ya somos más de 110 personas y en el que eres bienvenido.
Allí podrás compartir con nosotros tus comentarios e inquietudes.
Paula dice
¡Buaaa! ¡Elena! ¡Queee buenoooo!
Me ha gustado mucho el planteamiento del artículo de hoy 🙂
“Arquitectolandia”… ¡Me encanta!
He de reconocer que a mi el tema de esta semana me ha costado, no por nada, sino porque plantearme el futuro de la profesión es una verdadera incógnita, y creo, que en buena medida va a depender del rumbo que decidamos poner cada uno de nosotros, tanto a nivel individual como colectivo.
Un abrazo.
Paula
Elena de Frutos dice
¡Gracias Paula!.
A mí también me ha resultado complicado encontrar el enfoque de este tema. Estuve hasta a punto de sacar la bola de cristal para ver si veía nuestro futuro y el de las ciudades.
En la universidad participe en un taller que se llamaba “La ciudad de los cineastas”. y realmente los cineastas definitivamente no acertaron con las tendencias del futuro… Así que no me he sentido capaz de hacerlo…
Un abrazo.
Joan Vergara dice
¡Hola, Elena!
Coincido plenamente con tu visión sobre el tema. Y es que es difícil escapar de Arquitectolandia, su fuerza gravitatoria es muy fuerte, pero se puede.
Me gusta que plantees la huída del victimismo y la capacidad de los profesionales para encarar sus problemas y los de la profesión. Llevamos unos años haciéndolo, quizá no en la dirección correcta, pero sí poniendo energía. Yo soy optimista cuando pienso en nuestras capacidades.
Definitivamente, como dices, todo ello pasa por acercarnos a la sociedad, y eso lo haremos en cuanto seamos capaces de detectar los problemas arquitectónicos de las personas de verdad y ponernos a resolverlos, más allá de hacer cosas más altas, más grandes y más espectaculares.
Gracias por escribir este artículo (y retoma ese proyecto del que hablas, please).
¡Saludos!
Elena de Frutos dice
¡Te juro que wordpress se merienda mis comentarios! Creo que me considera Spam en mi propio blog y me los borra jajaja.
Muchísimas gracias por comentar y dejarme estas bonitas palabras.
Un abrazo
Elena de Frutos dice
¡Te juro que wordpress se merienda mis comentarios!
Creo que me considera Spam en mi propio blog y me los borra jajaja.
Muchísimas gracias por comentar y dejarme estas bonitas palabras.
Un abrazo y sigamos aportando positivismo.