La vida consiste en estar entre nubes y barro.
Me encanta esa analogía de las nubes y el barro (no es mía original, se la he tomado prestada a Gary Vaynerchuk)
Él habla sobre las nubes y la suciedad/tierra con respecto a tener éxito en un negocio.
Como no, podemos extrapolarlo a cualquier cosa que podamos imaginar.
- Las nubes son la gran visión, el gran sueño.
- El barro es el trabajo y dificultades que vas a tener que afrontar para lograrlo.
Llenarse de barro hasta las orejas no es tampoco nada sencillo, requiere tiempo, paciencia, compromiso y persistencia.
Pero hace falta al menos tres cosas más:
- Entender lo que quieres.
- Conocer las tendencias emergentes.
- Conocer dónde radica y cómo hacer brillar tu talento.
Primero debes entender lo que tú quieres como persona y arquitecto
Si no lo tienes claro, yo no conozco más que una forma: mirar ( lo justo) hacia dentro y entrar en acción.
LA CLARIDAD de saber si estás en lo cierto solo te llegará con LA ACCIÓN que te dará la respuesta e información a modo de feedback.
Como ves, de nuevo tenemos las nubes y el barro.
Quedarnos simplemente en las nubes (en intentar aprender o descubrir de nosotros y nuestros deseos) no nos ayuda más que a quedarnos en simples especulaciones y teorías.
La acción será lo que te deje claro que ese es tu valor y tu camino.
Y si luego te das cuenta de que te has equivocado de camino, no pasa nada.
Tienes permiso para equivocarte.
Solo tienes que dar marcha atrás o corregir el rumbo.
Claves y trucos para dar los primeros pasos como arquitecto
“La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad.” -Séneca
La cita de Séneca es una de mis favoritas. Y condensa muy bien la clave principal:
Debes mejorar continuamente tu conjunto de habilidades y siempre estar buscando la próxima oportunidad.
Algunas veces estas oportunidades son tan claras como el día y otras veces están ocultas.
Tu crecimiento profesional requiere paciencia y persistencia, y saber aprovechar el momento cuando llegue.
¿Cómo puede un arquitecto aprovechar el momento?
1. Comunicando a todos lo que haces
También lo que te gustaría hacer profesionalmente.
No supongas que todos conocen tus intenciones e intereses con solo decir que eres arquitecto.
2. Haciendo un esfuerzo adicional con sentido
Desarrolla una estrategia y ve a por ella con toda la energía posible, dando lo mejor de ti.
Actuar o trabajar sin estrategia solo consigue quemarte y no obtener resultados.
3. Completando los vacíos
¡Identifica los vacíos y complétalos!
Estate atento y busca siempre huecos no cubiertos, cosas mal resueltas o mejorables e investiga la manera de optimizarlas.
4. Marcándote plazos y cumpliéndolos
Todo lo que dependa de ti y tu trabajo debe llevar una fecha límite.
Ya lo hemos demostrado durante nuestros estudios: si tenemos un fecha de entrega, aún pasando la noche en vela, cumplimos los plazos.
Los plazos autoimpuestos son difíciles de cumplir porque no nos los creemos. Sin embargo, son necesarios para mantener tu autoestima alta.
5. Siendo optimista
“Tanto creas que puedes, como si crees que no puedes, tienes razón. ” – Henry Ford
El paso número 1 es el optimismo.
Tienes que creer que hay una solución a tu problema.
Tienes que creer que hay una mejor manera de hacer algo. Y debes creer que superarás los puntos conflictivos.
6. Inspirándote
“Los buenos artistas toman prestado, los grandes artistas roban. ” – Pablo Picasso
Tal vez eres un genio, pero yo no. Aprender de lo que ya se ha hecho es una de las lecciones básicas de la vida.
En la escuela de arquitectura aprendimos a estudiar los precedentes de diseño de los grandes arquitectos.
Esta misma práctica ocurre en el mundo real.
Nunca pierdas de vista las tendencias en arquitectura.
7. Desbloqueando tu potencial
Solo cuando comprendes el fracaso como un peldaño más de tu escalera de la vida puedes desbloquear todo tu potencial.
Por eso te recomiendo encarecidamente que trabajes sobre tu talento y lo potencies:
· Asumiendo continuamente nuevos retos.
· Saliendo lo máximo que puedas de tu zona de confort.
· Aprendiendo de los errores cometidos.
Y recuerda que todo se trata de nubes y barro, mucho barro: Pensar, decidir y ACTUAR.
Por cierto, ¿tú, qué prefieres? ¿nubes o barro?
Cuéntamelo en los comentarios
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