Reformar tu vivienda o meterte en obras es una de las cosas que más estrés genera. Es lógico, porque durante el proceso que duran las mismas se altera completamente tu día a día.
Fijate que he hablado de estrés y es una palabra que suele relacionarse con trabajo, y es que realmente es así como vemos tanto una obra o reforma o incluso la búsqueda de nuestro futuro hogar.
Es un trabajo extra que conlleva:
- Tiempo.
- Estrés.
- Incomodidades derivadas por las obras,
- Esfuerzo económico.
Es lógico que tu mente encienda todas las alarmas.
Por eso aunque estés deseando vivir en un lugar más adaptado a ti y tus necesidades, es normal que te quedes paralizado a la espera de que la situación sea más propicia.
Pero ya te aviso que cuando lo que no funciona correctamente en tu casa se interpone en tu bienestar (aún siendo algo tan simple como un interruptor con mal contacto, o el grifo del baño que no tiene suficiente presión), el no arreglarlo puede convertirse en un problema cada vez mayor.
Si estás pensando que te gustaría hacer algunos arreglos en tu casa o incluso una reforma importante pero no arrancas a decidirte, lo que viene a continuación te interesa:
Si prefieres leer, aquí tienes la transcripción con comentarios extra.
Razones para no reformar tu vivienda.
Generalmente las excusas más habituales son:
# TAMPOCO ESTÁ TAN MAL.
Tú sabes que el problema no es que aún no está tan mal, sino que no está como a ti te gustaría, y además no haces nada para cambiar.
# NO ES EL MOMENTO.
Si quieres hacer una transformación integral tienes que valorar el momento (deberás disponer de tiempo, dinero y energía), pero la transformación y creación de tu hogar puede realizarse también a través de pequeños avances.
# NO TENGO…
No tengo una casa grande, no tengo mucho espacio, no tengo muebles modernos o la excusa más habitual: no tengo dinero.
También estoy segura de que tu casa tiene muebles y espacios desaprovechados y que tampoco tienes que gastarte mucho dinero para mejorarla.
Estas excusas son el principio de otras razones que nos impiden ponernos en acción:
1 # El perfecto o nada.
La perfección en tu hogar es un espejismo, siempre habrá algo que quieras mejorar.
Y esta forma de pensar se convierte en un verdadero freno cuando no comienzas algo por la imposibilidad de hacerlo de forma perfecta.
2# Dudas.
Lo habitual es sopesar pros y contras a la hora de comenzar una reforma, pero este método no suele dar las claves para decidir.
No tener decisiones es la mejor forma de no tener acción y en muchos casos la duda no te permite elegir.
3# Miedo a equivovarte.
Lo primero que debemos distinguir es prudencia y miedo.
Con la prudencia puedes manejar la situación; vas lento, pero avanzas. El miedo puede conseguir que directamente ni empieces.
4# Idealizar el resultado en tu cabeza.
El mundo de las ideas animado por cientos de revistas de decoración nos hace quedarnos en una posición muy cómoda imaginando cómo será nuestro futuro hogar.
El problema principal es que el sueño resulta más satisfactorio que la acción.
Esto imposibilita materializar las propuestas.
5# Ponerte en lo peor.
Todos conocemos más de una mala experiencia relacionada con las obras.
La premisa principal para no comenzar tu proyecto son esas historias y malas experiencias pasadas.
En este punto el pasado está condicionando tu futuro, pero esto no es así si las cosas se hacen bien.
Seguramente más de una vez hayas pensado que tener un hogar bonito y personalizado merece la pena.
Para disfrutar más de tu casa lo primero que debes hacer debería ser librarte de las razones que te frenan para empezar.
Como todo no pueden ser motivos para no reformar, a continuación te dejo los tres aliados en los que deberás apoyarte si aún te asaltan dudas.
Razones para hacer reformas en tu vivienda.
ALIADO Nº1 # REFORMAR PARA MEJORAR TU DÍA A DÍA.
Una buena reforma mejorará tu calidad de vida y la de tu familia.
Desde reformar la terraza o jardín, transformar un espacio pequeño en un espacio funcional, redistribuir algún espacio de tu casa, hasta la remodelación completa de tu cocina o baño, entre otros, influirán en tu vida diaria.
Simplemente redecorar alguna estancia puede mejorar tu día a día. Después de todo, la belleza es útil porque genera bienestar y nos brindará el simple placer de ver algo nuevo.
ALIADO Nº2 # LAS REFORMAS CON CABEZA PUEDEN INCREMENTAR LA EFICIENCIA DE TU CASA.
Casi todo en esta vida requiere mantenimiento.
Si hablamos de elementos que pueden mejorar el confort en tu vivienda, aportar un ahorro económico anual en tu bolsillo, o incluso mejorar la salud de tu familia, no hay nada más que hablar.
Entre los trabajos que mejorar la eficiencia de nuestra casa tenemos:
• Cambiar la fontanería. • Sustituir nuestras ventanas por unas con puente térmico. • Colocar un nuevo sistema de calefacción o aire acondicionado eficiente. • Revisar la instalación eléctrica.
Las estadísticas están ahí. Estas mejoras sólo pueden aportar cosas buenas y beneficios a corto y largo plazo.
Este tipo de instalaciones mejoran cada año con avances tecnológicos por lo que es difícil estar a la última, pero si tu casa tiene una cierta edad es normal que estén obsoletas.
Si te decides a renovarlas, a la larga lo notarás en tu bolsillo y en la calidez de tu hogar.
Y además del ahorro de energía y de recursos (una casa más respetuosa con el medio ambiente), crearás un ambiente más sano y confortable para tu familia.
ALIADO Nº3 # REFORMAR TU VIVIENDA MANTENDRÁ SU VALOR REAL E INCLUSO LO INCREMENTARÁ.
Como cualquier otro objeto, tu vivienda pierde valor con el paso de los años.
El mantenimiento es esencial en una vivienda para garantizar que no se devalúe con el tiempo.
Lo mejor es reservar una parte de tu presupuesto anual para este tipo de reformas. Deja de considerarlas como un imprevisto. Que sean una necesidad.
En definitiva, una buena reforma protegerá la inversión inicial realizada e incluso puede aumentar el valor de tu vivienda en el mercado.
En este grupo englobaríamos entre otras:
• Reparar o sustituir ventanas. • Cambiar el suelo. • Reformar el falso techo. • Cambiar o pintar las puertas.
Todo esto hará que tu vivienda luzca en mejor estado y por lo tanto tendrá más valor después de la reforma.
Casi siempre los beneficios de hacer reformas en casa suelen ser mayores que los inconvenientes.
¿Te he convencido?
Si tienes alguna razón más tanto para reformar como para no hacerlo me encantará leerla en los comentarios.
Y hasta aquí llegó el ArquiSEJO de hoy.
RECUERDA: ArquiSEJOS quiere cambiar tu experiencia y expectativas con la arquitectura, pero también con las obras y reformas del día a día, para que puedas disfrutarlas, hacer las cosas bien y crear el HOGAR QUE TE MERECES.
Hasta el próximo ArquiSEJO
Deja una respuesta