Todos los arquitectos, aunque contamos con el mismo título, no ejercemos de la misma forma, ni con los mismos intereses.
Y bueno esto de las calificaciones y tipologías ya sabes que es bastante relativo. Aun así me ha parecido interesante hablarte hoy de los seis tipos de arquitectos que expuso hace unos años Jared Banks en shoegnome.com.
Tanto si eres arquitecto como estudiante, seguro que te sientes identificado con alguno de ellos, o eres capaz de reconocer alguno de tus compañeros de profesión dentro de estos perfiles. Eso último suele ser más fácil.
¿Quieres saber qué tipo de arquitecto predomina en ti?
Y si te preguntas que para qué sirve esto de saber qué tipo de arquitecto eres, pues te diré que te puede ayudar a encontrar un poco el camino a elegir.
Los arquetipos nos ayudan a comprender la forma en que cada uno contribuye a la conversación de la arquitectura, la cual, como ya vamos diciendo, abarca demasiado.
No se trata tanto de quién es un buen diseñador, hacedor o quién funciona mejor trabajando en equipo.
Tampoco descubrirás si eres un buen jefe o el empleado perfecto.
Cada arquetipo de los que habla Jared Banks puede ser tan buen trabajador como malo, rápido o lento, etc.
Entre los diferentes tipos no hay mejores ni peores.
En cierto modo, se han distinguido tres arquetipos primarios, que de alguna forma son análogos a las tres cualidades de Vitruvio y su famoso; firmitas, utilitas, venustas.
La analogía de su trilogía se transforma en; mente, cuerpo y alma.
Tipología de arquitectos
Los tres arquetipos básicos tienen como objetivo llegar a las cualidades intrínsecas de los diferentes arquitectos. Se centra entonces en nuestras motivaciones predominantes.
1. El Arquitecto filósofo (mente).
Es aquel arquitecto o estudiante que se preocupa más del concepto y de las ideas que del proyecto, de su forma o ejecución final.
En su proceso de creación de un proyecto su misión primordial es entender:
¿Por qué tenemos que construirlo?
Esta persona pasaría la mayor parte del tiempo pensando en el concepto y la funcionalidad, ya que interiormente está convencida de que conseguirá cambiar el comportamiento de sus usuarios.
2. El Arquitecto constructor (cuerpo).
Es el arquitecto que quiere construir los proyectos con las manos, que quiere entender el detalle y la producción de los materiales.
Encuentra el verdadero valor en el acto de construir, ya sea directamente, o por medio de la completa representación del detalle constructivo.
Cuando se plantea un proyecto su pregunta fundamental siempre es
¿Cómo puedo construir esto?
A veces tiende a despreocuparse de la apariencia estética o de la funcionalidad del proyecto y suele tener un estilo de edificio que repite una y otra vez.
3. Arquitecto artista (alma)
Este tipo de arquitecto se siente más artista o sociólogo que arquitecto.
Se pasa la vida diseñando proyectos opuestos a la funcionalidad, buscando ante todo la provocación y el espectáculo, ya que en su mayoría, busca hacer obras para exhibirse y ganar fama a través de la polémica.
Puede llegar a frivolizar la arquitectura, y se pasa el día diseñando, dibujando, modelando o expresándose de cualquier modo artístico, ya que para él, su concepto de belleza lo justifica todo.
En este grupo de arquitectos, englobamos a todos los que antes de construir se preguntan;
¿Cuál deberíamos construir?
Básicamente son los Calatrava del momento, buscan el reconocimiento y ser publicados en revistas.
Por definición, el buen arquitecto contiene las tres cosas, un (perfecto) equilibrio de cada arquetipo.
Y puede que sea por eso por lo que la mayoría sentimos alguna incapacidad como arquitectos.
¿Quién de nosotros es una mezcla perfecta de artista, constructor y filósofo?
Pero también es cierto que rara vez somos tan sólo uno de estos tres ideales.
En su lugar somos mezclas imperfectas.
Tenemos inclinaciones que nos ponen más cerca de los puntos medios, o de los arquetipos secundarios, en lugar de los básicos. Y estos son:
4. Arquitecto poeta.
Es el que se encuentra a mitad entre el arquitecto filósofo y el arquitecto artista.
Suele pasarse la mayor parte del tiempo pensando en teorías complejas, en las cuales encuentra placer al formularlas, ya que cree que serán la base de la nueva arquitectura.
Lo encontrarás hablando del “feng shui”, de “cómo solidificar lo intangible”, “espacios y sensaciones” y su mayor preocupación es responder a la pregunta:
¿Qué emociones podemos crear?
5. Arquitecto pragmático.
A camino entre el constructor y el filósofo, encontramos a este tipo de arquitecto.
Cuenta con un gran planteamiento teórico en sus obras, pero controlado por un gran realismo, ya que su máxima preocupación es el cumplimiento de la normativa.
Podría ser un amante de los procesos BIM, y siempre buscará cómo optimizar los recursos naturales y los sistemas de edificación, así como minimizar el impacto medioambiental.
Normalmente, durante su proceso de trabajo, sus proyectos responden a la pregunta:
¿Cómo podemos hacerlo más eficiente y duradero?
6. Arquitecto artesano.
Es el punto medio entre el artista y el constructor. Su arte se expresa a través de la obra construida final.
Este tipo de arquitectos puede aprovechar al máximo el momento que vivimos, porque sabrá mezclar diseño y construcción.
Su pregunta clave;
¿Cómo podemos construirlo de la mejor y más bella forma?
Vista, oído, tacto, etc., simplemente cada uno filtrará estas cuestiones de manera diferente.
Y hasta aquí los 6 tipos de arquitectos.
Nota aclaratoria: Cualquier arquitecto dentro de todos estos arquetipos puede ser un buen diseñador y un gran profesional.
Y por supuesto, también puede estar preocupado con las experiencias sensoriales de la arquitectura y tener más intereses.
Estas tipologías son simplemente un marco para comprender por qué y cómo hacemos lo que hacemos.
Y creo que es una meta que vale la pena investigar.
¿Podría esta clasificación ayudarnos a continuar en nuestra profesión más enfocados y centrados en nuestros valores intrínsecos?
Tal vez conociendo qué tipo de arquitecto somos, podríamos empezar a valorar la diversidad que caracteriza a la profesión.
Y tú, ¿te has reconocido en alguno?
Cuéntamelo en los comentarios 🙂
Me ha gustado mucho tu artículo. Yo soy arquitecta constructora, sin duda. Me encantaría ser yo misma quien construyera los edificios. De hecho, ando dándole vueltas al tema de la autoconstrucción. Enhorabuena por tu proyecto!!!
Muchas gracias Almudena a ti por pasarte y dejarme este bonito comentario.
Saludos
Me ha encantado Elena. Está genial que mediante la clasificación, podamos entender por qué cada uno es diferente y que todos aportamos un punto de vista distinto y por ello complementario. es interesante descubrir en qué campo somos más fuertes y en cuál menos para, o bien, destacar nuestra fortaleza y/o mejorar la parte que más nos cuesta.
Muy sugerente la aportación de Jared Banks. No lo conocía. Gracias por descubrírmelo.
Silvia
¡Hola Silvia!
Gracias de nuevo por pasarte. He tenido problemas con mis respuestas a los comentarios y resulta que se iban a la carpeta de Spam… Así que me acabo de dar cuenta que no sale mi agradecimiento a tu comentario.
Jared Banks es un fenómeno, tiene artículos muy chulos. Me alegro habértelo descubierto.
Un abrazo.
Elena